Una vez conseguida la permanencia matemática (la que vale) gracias a la afición, el equipo directivo lo primero que debe plantearse es ¿Quién se vá?¿Quién se queda?¿Cuá va a ser el objetivo?
A esa primera pregunta el aficionado lo puede tener meridianamente claro en algunos casos por las manifiestas desavenencias que tiene el entrenador con un grupo de jugadores (que no es recíproco), como son Lopes, Ceballos, Dañobeitia, Savoia y Lizio entre otros. Otros que no han rendido en absoluto y/o que su carrera está en declive o incluso anuncian su retirada, jugadores como Carpintero, Asen, Vega, Richi, Herreros, Lauren, entre otros, tampoco parecen tener futuro en el club a la vista de la afición. Sabemos que casi seguro los cedidos no se quedarán, los Rueda, Juanjo, Simon y Lizio volarán a otro equipo el año que viene.
¿Quién se queda? o mejor ¿Quién merece quedarse? Pues por rendimiento merecen continuar en el club Navas, Alberto, Gaspar, Agus, Gerardo, Arteaga, Luque, Scotti entre otros. Los que se quedan seguro al haber firmado son Pepe Díaz cuyo rendimiento ha sido muy irregular, y nos parece excesivo el contrato de 3 años por 100 millones de pesetas, o Cabrera que aún no ha demostrado nada y tendrá su última oportunidad. Alcaraz si no recibe una buena oferta de "su Granada", seguramente continúe aunque todo el mundo ha detectado los numerosos defectos del entrenador que se antojaba cuasi-perfecto para el equipo.
¿Cuá va a ser el objetivo? La afición ya ha dejado claro cuál debe ser el objetivo el año que viene condición sine qua none para hacerse socio un año más. ASCENSO A PRIMERA DIVISIÓN, o al menos intentarlo, porque cuanto más baja es la cota del objetivo, más se acomodan los jugadores (especialistas todos en eso) y ya entran en juego parámetros irregulares como primas, contratos, promesas etc. Tres años seguidos salvándonos en las últimas jornadas son suficientes para el cordobesismos, que vé como recién ascendidos como el Cartagena o el Rayo han tenido sus oportunidades de ascender a primera, por tanto esa ya no es una excusa 4 años despues de ascender. Tampoco la del presupuesto debe serlo, pues equipos con poco presupuesto como el Numancia, todos los años optan al ascenso a primera. No nos valen los discursos conformistas de este año de jugadores y entrenador, y debemos dejar atrás la paupérrima imagen dada fuera de casa, lastre absoluto que ha impedido alcanzar posiciones más altas. Si Salinas lo estudia, un mensaje de ascenso como objetivo (aunque se demuestre en el futuro como irreal) potenciará y renovará la ilusión del cordobesismo que se encuentra en los niveles más bajos despues de su tercer año en segunda división.
La financiación de la mano de Cajasol no parece que vaya a dar problemas, tampoco la cesión del terreno a la fundación, por tanto ahora es el momento de hacer las cosas bien. De hacer una limpieza exahustiva del vestuario, es el momento de vender ascenso, tanto a la afición, como a los jugadores que se quieran adquirir para el proyecto. Es tiempo de volver a la ilusión, de superar la cifra de 10000 abonados, 12 o 15 ¿Porqué no? En Agosto de este año sale otro tren que debemos coger todos, empezando por el club y consistorio y terminando por la afición. Próxima parada: PRIMERA DIVISIÓN.
15 de junio de 2010
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