6 de septiembre de 2010

Objetivo: 40 puntos en la primera vuelta

Ese es según fuentes fidedignas el objetivo por el cuál Lucas Alcaraz, dejaría los pañales los fines de semana y empezaría a sacar un buen rendimiento a una de las mejores plantillas del Córdoba de todos los tiempos. Hasta entonces nos toca toda una primera vuelta con el guiño vasco a la BBK, en el que nuestro mejor jugador, Amarrategui, va a brillar partido si y partido también según arroja nuestra fuente. El bagaje, 3 partidos oficiales, y solo el del Numancia ganado, de momento es pobrísimo para las capacidades atesoradas por los jugadores del Córdoba, y parece que el contagio del pensamiento Alcaraziano de que somos inferiores a Rayo, Betis, Celta, Valladolid, Tenerife y otros tantos también nos impiden psicológicamente ganar cuando tenemos todo favorable para hacerlo. Confiemos en que los amigos psicólogos granadinos cambien esa mentalidad acomplejada y rancia.

Hemos preferido como en años anteriores, dejar que el Córdoba juegue 2 o 3 partidos oficiales para poder hacer un análisis con rigor y objetivo de la plantilla y del juego de la misma. Como adelantábamos el resultado es muy pobre, un triste empate en Salamanca, equipo muy inferior al Córdoba, donde Amarrategui hizo de las suyas. Otro partido serio en la Copa contra el Numancia, con los teóricos suplentes, y decimos teóricos, porque visto el partido contra el Rayo más de uno no merece seguir siéndolo en detrimento de jugadores titulares menos preparados en la actualidad. Y por último la catástrofe anunciada contra el Rayo que desde el minuto 60 todo el estadio vió, y que quién tenía que verlo no lo hizo. Trío de partidos que nos ponen francamente mal en la clasificación y que tampoco nos da para soñar con un buen papel en la Copa del Rey como el Alcorcón o el Irún de algunos años.

De sobresaliente pudimos catalogar la primera parte, nuestros jugadores reflejan una calidad que en muchos años no se había visto en la ciudad, el Córdoba empezó presionando mucho, y el Rayo a verlas venir, toque rápido de balón, movimientos sensatos, visión de juego, colocación, lucha, entrega, pundonor, compañerismo y acierto, todo eso demostró el Córdoba en la primera parte, hasta otro balón al poste más y parece que van unos pocos. Lo que no había otros años. El Rayo más que un rayo parecía, la descarga de un bolígrafo de broma. Pero mucha gente en el estadio lo vió claro, el equipo se había desfondado y quedaba toda una parte. El Rayo quemó todas sus naves, ya sin pasar el bochorno de las 8 de la tarde (muy inteligente por parte de Sandoval que le ganó la partida a Lucas). En el minuto 60, un Alberto Aguilar y Usero que no podían con su alma, un Sesma y un Arteaga sobrepasados de esfuerzo, un Gerardo que pedía agua y un estadio que pedía cambios. Cambios de golpe que empezaran a cortar la clara superioridad del Rayo, todo eso sin contar con el canguelo habitual made in Alcaraz. Todo el mundo lo veía, hasta los seguidores del Rayo se animaban con un 2-0 en contra porque Alcaraz no mataba el partido con 2 cambios de jugadores destructivos y frescos. Prefirió guardarlos para perder tiempo, tiempo que a la postre echaríamos en falta. Estando Beobide para salir, bastante tarde por cierto, en el 80 el Rayo empataba a 2 merced todo a dos fallos de los teóricos titulares que hablábamos. Ya era tarde para sacar al vasco destructor. Demasiado tiempo jugando el vasco cagón. Y ahora que sea De Cerio el que arregle la papeleta y un desentonado Luque. ¡No hijo, no! Que diría el difunto Antonio Ozores tras su galimatías verbal comparable al juego de la segunda parte de nuestro equipo. El Rayo demostró su acierto, y demostró que físicamente está un nivel por encima del Córdoba, pero eso lo puede pagar muy caro pues la liga es muy larga. Sino que se lo digan al Granada 74.

El sentir del cordobesismo es que fuimos superiores a un equipo aspirante al ascenso pero perdimos como siempre, por errores del entrenador y “puntuales” de alguno de los nuestros impropios de la división en la que se encuentran. Lo de siempre. De los 10.000 abonados o más, al virgencita que me quede como estoy porque habrá quién viendo el percal, no pague el resto de cuotas del abono del Córdoba, comprado a duras pena a plazos, para ver repetidos los fracasos perennes del equipo, y contentarse con una 10ª plaza (si es que se consigue) cargada de mediocridad para una ciudad con tantas ganas de fútbol.

Notables han sido las gestiones de Zubillaga con los fichajes, demostrando una vez más que su buen hacer y sus contactos, superan con creces, la inutilidad de Emilio Vega. Que Díaz De Cerio sea suplente en el Córdoba deja entrever la calidad de la plantilla, solo lastrada por tres puestos que esperemos se puedan corregir en breve como son el de portero, central y el lateral izquierdo. Difícil lo va a tener la perla china de la cantera Javi Flores, Luque, Díaz De Cerio y aún está por ver si Riera también para quitarle la titularidad a los que jugaron la primera parte.

Paupérrima la actuación de Richy, que al margen del imperdonable error en el primer gol del Rayo, se aprecia en él la falta de colocación, su baja calidad y su incompetencia para el desarrollo normal del puesto que desempeña, y que otro año más se ha puesto de nuevo de manifiesto, por si no había quedado lo suficientemente claro el año pasado. Confiemos en que Tena, o Alberto Aguilar puedan suplirlo en breve. Y que decir de la actuación de nuestro portero. Raúl Navas lleva 4 goles en dos partidos, Alberto tuvo una gran labor ante el Numancia, y parece en estos momentos menos descentrado que el gaditano, que parece que está más pendiente de declarar ante la RFEF que de lo que nos jugamos en cada partido. El cordobesismo se pregunta ¿Paró algo este muchacho? NO. Es más, lo que iba para afuera como el caso del segundo gol, se encargó él solito de fabricarle el gol facilmente al jugador del Rayo, con lo que una vez más y seguramente sin merecerlo estará en la palestra de los foros deportivos de si se ha dejado el gol o no, y eso la verdad puede descentrar a cualquiera y lo entendemos. Es Alcaraz que para eso le pagan, el que tiene que ver que el portero no está en óptimas condiciones, y que de momento no es el salvador de otros años. Tampoco porque sea negro Camille, merece seguir estando en el banquillo, viendo como un Fuentes que aún no ha aprendido a centrar, es EL COLAERO del equipo. A través de su banda vino todo el ataque del equipo de Vallecas, y su entrenador acertó de pleno atacando por allí, centrando desde su banda continuamente, incluso en el último gol en el que el interior centra a placer y el remate de Armenteros es impecable ante la pasividad de los centrales.

O mucho mejoran las cosas en especial sacando un equipo titular con los cambios que todo el mundo vió que hacen falta, o este año con una plantilla de ensueño vamos a pasarlo peor que el año pasado. Pero para eso hay que empezar a exigirle a Lucas Alcaraz, sino caerá en la desidia que han caído en este caso los jugadores en otros años, y contagiará su mediocridad a los que les sobra la calidad como Charles, Sesma, Usero, Arteaga etc. y caeremos en el “vamos a salvarnos con 50 puntos”, y ya se sabe que 50 no sirven, sino que se lo digan al Murcia y al Cádiz.

Con 40 puntos en la primera vuelta, Alcaraz jugará al ataque en la segunda. No creemos que con la filosofía de Alcaraz superemos los 35 puntos en la primera vuelta. Ojalá nos equivoquemos.

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