Salvados ¿Y ahora qué?

¿Se lia parda? ¿Hacemos la ola? ¿Ponemos en un pedestal a los jugadores, entrenador y directiva? ¿Hemos ganado la Champions? ¿Celebramos otra permanencia? Lo que todos los aficionados sabemos es que el Córdoba se salva este año por deméritos generalizados de sus rivales. Y punto. El aficionado se dá cuenta que cuando empieza a haber movimiento en el mercado, que puede dejar a más de uno en la estacada, es cuando ganamos, goleamos y jugamos como los angeles. Nunca antes esta temporada. Menudos pájaros. Se percibe que tenemos un entrenador que viene a "aprender" con el equipo, no a enseñar, no tiene claro como jugar, que once poner, y solo se guía por criterios manifiestamente erróneos como son las reminiscencias a Jémez, de las continuas rotaciones para darle competitividad al equipo. De sabios es rectificar y más vale tarde que nunca, porque en estas últimas jornadas en las que ha repetido once, él mismo ha podido comprobar que no debe hacer uso de esa mezquina fórmula jamás, o al menos mientras entrene al Córdoba. Y por último nuestra pandilla de apoltronados vende-motos, con la consiguiente cortina de humo de la venta del club. ¿O alguien espera que le den a PRASA los millones del despilfarro de los susodichos? Todo esto es la fórmula para acallar la voz de la afición, volver a planificar mal, contar con la mala base del equipo actual, y gastar poco y peor aún si cabe para poder tapar la via de agua provocada por el anticuado mandatoria y sus incompetentes tropas.

Lo que aún no han sopesado es la MASIVA FUGA DE ABONADOS que han provocado dos años de bochornosa gestión, de palabras incumplidas, de incompetencia severa, de enchufismo y amiguismo y de mediocridad y tristeza a raudales. PREPARAOS.