25 de octubre de 2010

Lucas vete ya...

Lucas vete ya... Lucas vete ya... Ese fué el resumen fidedigno de lo acontecido en el estadio. El Córdoba no sabe amarrar lo que antes si amarraba. Al Córdoba le faltaba un delantero goleador y le sobraba defensa. Ahora tiene a un crack que cobra menos que los cien millones de Pepe Díaz, y que lleva ya 4 goles el último, digno de un crack mundial del fútbol. Y tiene un agujero defensivo que ni siquiera Alcaraz es capaz de tapar.

La primera parte fué un quiero y no puedo del Córdoba, ante un ordenado Tenerife, cuya defensa dejaba muestras de porqué es el último clasificado. Los nuestros no supieron atacar ese flanco en la primera parte, y solo trás el penalty "raro" a favor que solo el árbitro vió se hizo con el control. Aunque viendo la repetición se aprecia que es claro por agarrón al cuello de nuestro jugador. Esa jugada cambió la filosofía del Tenerife, y relajó a los nuestros, y empezamos a ver algo de fútbol, tras numerosas pitadas del respetable ante la pasividad y el poco mordiente de los nuestros. La gota que colmó el vaso fué, la jugada de estrategia en zona peligrosa para la defensa del Tenerife, que no se sabe como termina con el menos indicado Fuentes, mandando un melón en forma de centro. ¿Esa es la mejor opción del Córdoba? ¡Que forma de desaprovechar a un Tena enrachado! Ya ni siquiera sacar rápido las faltas nos renta como antes, y es que Alcaraz debe comprender que debe cambiar las tácticas cada cierto tiempo, con el fin de evitar ser lo previsible que actualmente es.

Previo al gol, el jugador que fué blanco de numerosas iras con toda la razón de nuestro equipo, se iba solo ante Aragoneses, solo tenía que tirar a puerta, pero Pepito Piscinas, prefirió tirarse en lugar de tirar, imposible que te piten algo si ya de antemano conocen tu oscuro juego. Está bien buscar las faltitas para que en jugada de estrategia acabe Fuentes centrando, pero si se es un poco más profesional, se debe ser más selectivo en las jugadas en las que uno se deja caer, y no cortar de raíz acciones tan claras para los intereses del equipo. Por suerte más tarde hubo un penalty que transformó magistralmente Jorge Luque por dos veces, y un golazo que Charles materializó como buen delantero que es. La inclusión en el campo de un Javi Flores, y de Pepe Díaz lastró toda una primera parte. Pero para colmo los cambios que todo el estadio vió necesarios y que una vez más Alcaraz no, no se produjeron, y un Beobide que resultaba VITAL, ante la entrada de un sorprendentemente suplente Kome (Cosas de los entrenadores), no entró. En su lugar entraron los anteriormente defenestrados Sesma y De Cerio. INCOMPRENSIBLE lo de meter en ese momento a este último. Un cambio de cromos vulgar. Aunque el canario fué entrar y como el otro día contra el Elche, el peligro que genera es importante. A reseñar el pase que le dió a Usero que con todo para fusilar incompresiblemente la lanza fuera. Del 3-0 a 2-1 en un visto y no visto. Tampoco Navas estuvo muy atinado. Es más no volvió a parar nada de nada. Una auténtica estatua. Ese chaval no parece levantar cabeza desde lo de sus supuestas acciones ilegales. El aporte al equipo de Callejón debe defraudar hasta al propio jugador, porque su inclusión en el campo antes que Beobide o Sesma es un insulto a la capacidad de análisis del seguidor cordobesista y del fútbol en general.

De un 3-0 fácil, y por ende, una gran entrada en Copa, a un paupérrimo bagaje en casa, a unos números malísimos, a una motivación ínfima, a una moral por los suelos y en lo fundamental, en la clasificación, en tierra de nadie mirando abajo, a 4 puntos del objetivo institucional el 9º puesto, y a 4 del descenso, con peores sensaciones que el año pasado, y con mejor plantilla de largo.

Ahora sale Arteaga, diciendo que si no se anima y que si no se apoya. Se apoya yendo al fútbol, eso ya es apoyar, y se anima cuando el equipo dá pie a que se le anime. Al cordobesismo solo le hace falta un saque de esquina para entusiasmarse, pero es que ya ni Tena remata las faltas. Parece hecho a propósito para alimentar el monstruo de la mala suerte, o del resucitador que es el Córdoba.

No se pierdan las declaraciones de Alcaraz indicando, que igual lo que hemos tenido es mala suerte. Recordemos a la afición que historicamente tenemos entrenadores con una flor, o con muy buena suerte. Igual lo que necesitamos es esa buena suerte que demanda Alcaraz.

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