8 de noviembre de 2010

De sabios, rectificar

Y de humanos es equivocarse. Alcaraz es humano, y muy cabezón por cierto, y aún se sigue equivocando, más adelante lo explicaremos. La inclusión en el campo a Díaz de Cerio, en el partido que hace el primer cuarto de liga, sacándolo del ostracismo liguero en el que tenía inmerso al jugador, cuando más lo necesitaba el equipo, no le pudo dar más rédito al mister. Un golazo de oportunista, de colocación, y buen hacer. Que abrío la lata "de pescado" que es el Huesca. El público no esperaba menos del vasco, y demostró con creces que es un jugador de área, necesario si queremos crear cierto peligro y goles, o solo aunque sea porque el rival respete a nuestra delantera, porque ¿Quién no conoce en la categoría al vasco? ¿Quién conoce al antiguo delantero suplente con Botellas y Eslava, Pepe Díaz? Pues pocos la verdad, por tanto el equipo contrario no repara en que exista peligro con el de Almodovar, pero el caso es a la inversa con Iñigol, que sufre marcajes férreos ante el lógico peligro que genera, posibilitando más libertad en ataque a sus compañeros.

Preguntada la afición que ¿A qué Díaz prefiere? Pues por mayoría aplastante parece claro que quiere a un jugador goleador de calidad contrastada en segunda división incluso en primera (antes de la grave lesión) antes que la incansable presión y esfuerzo de un delantero sobrevalorado por su fortuna de cara al gol del año anterior. Quizá lo ideal es marcar goles, y luego poner a jugadores que presionen incansablemente. Eso sería lo deseable.

Pero al margen del magnífico delantero que si observábamos marcar en copa del rey ante un primera división, pero no veíamos en liga, gracias a nuestro entrenador, existen dos nombres propios a tener muy presentes en el partido del Sábado. El primero es De Coz, fundamental en el primer gol, en el que una vez más, su oprtunismo, su verticalidad y su criterio al subir la banda, hicieron de una falta peligrosa el primer gol. Como sobresaliente fué la labor de Jorge Luque, que hizo un partido magnífico, hasta el momento en que se quedó sin fuelle, momento que Alcaraz tardó en ver. De notable fué la actuación de Agus con un gran gol una vez más, Arteaga y Navas, este último el poco trabajo que tuvo lo solventó sin problemas, además estuvo más atento a las salidas, que en el partido contra el Tenerife, de recuerdo desagradable para la afición.

El público llevó en volandas al equipo, y se permitió con criterio darle un toque de atención cuando el equipo literalmente se encerró atrás, para proseguir animando con más entrega si cabe, para conseguir el objetivo válido para el Córdoba. Pero fué intransigente, con un jugador, Javi Flores, muy criticado por este sector, pero creemos que ganando 2-0 no se debe pitar a ningún jugador de los nuestros por muy mal que lo haga. Cosa diferente es que vayamos perdiendo, y el juego de alguno o de todo el equipo deje mucho que desear, en ese caso las pitadas están completamente justificadas, por ser la afición soberana, pues para eso paga. Cosa distinta, es que el aficionado, nervioso ante el repliegue sin razón de nuestro equipo, y trás numerosos casos del pasado con resultados negativos bajo esas circunstancias, persiga especialmente, a jugadores que no diferencian cuando el equipo está "sobrado", de cuando tiene serios problemas. Y esa es la figura del de Fátima. Perdió dos balones, del estilo del que perdió en Vigo y nos costó la derrota en el descuento. Eso la gente lo vió. En otra jugada se la roban limpiamente, y se tira al suelo fingiendo una lesión (para colmo lo hace fuera del terreno de juego) y dejándonos con un jugador menos en otra jugada de contraataque, en un momento tan peligroso del partido. Por otra parte, su ayuda a Fuentes, desde el minuto 60 fué cero. No llegaba, fisicamente no estaba bien. ¿La solución es pitarle? NO, pero es una fórmula para que el entrenador se dé cuenta de lo peligroso no solo de ponerlo de titular sino de mantenerlo arrastrándose por el campo. No olvidemos que el peligro del Huesca iba exclusivamente por su banda. Por tanto Lucas, se sigue equivocando, y ya se sabe que de sabios es rectificar.

El partido se empezó a acabar, cuando salió lo que el 100% del estadio estaba pidiendo, que era a Beobide por Luque, y se terminó por completo cuando se incluyó a Alberto Aguilar por delante de la defensa. MANO DE SANTO, no hay mejor forma de "matar el partido". A ver si Alcaraz, rectifica en otros partidos de similares características, y amarra los resultados, para luego no tener que decir, que no se supo competir.

Ahora viene la copa, contra el Racing de Santander cuyo entrenador Portugal, dice que hay ambiente de remontada. Confiemos por el bien de las nóminas de los jugadores, y el futuro económico cercano del club pasemos de ronda. Aunque parece que esta vez las rotaciones, pueden hacernos un flaco favor. Por lo pronto se incluye a Richy, y se le dá la baja en la lista a Arteaga. Que Dios nos ayude.

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