Baño sobre baño

El Córdoba en casa, se está volviendo intratable. Ni Elche, ni Celta ni ayer Valladolid fueron capaces de toserle a los nuestros. Solo el Celta de Vigo, se sintió inferior a nosotros y salió amarrategui a más no poder. Dicha apreciación le sirvió para escapar vivo. El Elche planteó su teórica superioridad, demostrando en que es superior a nuestro equipo. En marrullería, juego duro, y antifútbol son los líderes indiscutibles. Con buen juego y el apoyo de la afición le dimos al Elche, la importancia relativa que debe tener esa superioridad, osea ninguna, con la pena de la agresión a Charles, que visto lo visto, y según el Comité de Competición, Bordalás les comentará a sus jugadores, que SALE BARATO dejar a estrellas del rival fuera de los terrenos de juego un tiempo. Una pena. El Valladolid, que venía en puestos de ascenso directo, y con la mente puesta en el resultado ficticio de la ida, en el que el baño se lo dimos nosotros, quiso ser en el Arcángel, y no pudo. Hasta el punto que aún con un arbitraje que les favoreció sobremanera en el tema de las tarjetas, aficionados y entrenador achacaban al campo su indefensión ante el despliegue futbolístico de los nuestros. Si los cordobeses nos quejamos con razón de los arbitrajes, lo del Valladolid, es una vuelta de tuerca más. El campo helado según Djukic, y encharcado según los pucelanos. Sin duda los delanteros del Valladolid supieron apreciar el agua, y no dudaron en tirarse a la "piscina" cuantas veces quisieron con el benplácito del árbitro que no mostró una sola tarjeta ante tales circunstancias.

Y jugador clave fué una vez más Borja, que hizo las delicias de todo el Arcángel. Toque, regate, recuperaciones de balón inverosimiles, desmarques, pases que ni Xavi o Iniesta y GOL (con mayúsculas). Este chico lo tiene todo, pero además tiene lo más importante humildad y sacrificio. Ojalá se quede con nosotros muchos años.

Queremos felicitar a Patiño, porque en esta ocasión, hizo lo que se espera de él, marcar, eso si un poco con la ayuda del que ayer fué el mejor del Valladolid, el portero.

Hicieron un gran papel todos en general, desde el portero hasta el último delantero que salió al campo, y a los nuevos se les vió con capacidades, aunque hay que esperar para valorar.

Ahora hay que ir a ganar de una vez por todas fuera de casa, nuestro punto negro ultimamente. Pero hay que hacerlo decididamente, ya que Numancia es uno de los perseguidores del vagón de cabeza, y una victoria nos llevaría a una diferencia con ellos de 9+1 por el gol average, un total de 10 puntos que empezarían a ser distancias inalcanzables. Más o menos como la diferencia que puede haber hoy entre los máximos candidatos a ganar la liga que añoramos, la que ayer coreabamos y que se antoja más cerca que nunca este año, la primera división. Y es que ayer fué un día grande para madridistas y cordobesistas. Vista la debacle del equipo blaugrana que ha sufrido de estress post traumático del partido de vuelta de Copa del Rey, y apreciando que desde ese partido no dan pie con bola, quizás los simpatizantes catalinos que ayer se apresuraban a salir 5 minutos antes para ver caer al Barça ante Osasuna, crean que puede ser el turno de fijarse en un nuevo fútbol de toque, más fresco, más alegre, menos quejumbroso de la labor arbitral, y más auténtico. El de nuestro Córdoba.