20 de febrero de 2012

La ilusión: congelada

Pues eso. Viniendo un poco a cuento, tras el partido en Numancia, los cordobesistas tenemos la ilusión intacta, congelada, pero no por méritos nuestros, sino por deméritos de los rivales, en este caso Hércules y Elche.

No queremos hacer leña del árbol caido, y analizando y pensando las cosas más en frío, poco le podemos achacar ya a nuestros bravos jugadores, que hicieron todo lo posible ante las adversidades, pero por supuesto no lo suficiente.

Y que duda cabe que de la misma manera que nosotros encumbramos a Paco en sus aciertos, en esta ocasión es de justicia bajarlo a los abismos. Paco, dejando al margen las inclemencias y el estado del terreno, fue el gran responsable de una goleada de escándalo. Pero no solo Paco tuvo la culpa, un grupúsculo de palmeros o soperos no remunerados (o al menos eso queremos pensar) con una soberbia inusual, no contó con el buenhacer de los numantinos, que según se lee en sus opiniones, parece que es nuevo ahora unicamente en invierno, y el resto de puntos conseguidos, han aparecido ahí, por arte de birli-birloque. ¡Lo que hay que leer! En cualquier caso, que no hayan perdido en su campo los sorianos ( verano,otoño e invierno), salvo contra el Celta, son datos aprovechados por los conformistas para pasar de puntillas sobre ellos, porque no interesan. Como analistas deportivos, no se ganarían la vida, ninguno de ellos. ¡Vaya parlanchines de tres al cuarto! Lo que no saben es que esa actitud conformista, es la que nos volverá a llevar a los 50 puntos tan odiados hoy por casi todos los cordobesistas, y perseguidos en el pasado solo por unos pocos.

Esas almas de cántaro, no capaces de discernir más allá de un "Paco es mu güeno y punto", no tienen la culpa de no razonar, analizar y asimilar que el hielo en el campo, es un factor negativo para cualquiera que no lleve unos patines de hielo, y por tanto numantinos y cordobesistas. Que allí en invierno han jugado numerosos equipos y tan solo ha sido goleado con estrépito nuestro equipo, que los propios jugadores cordobesistas como Gaspar, le restan importancia a tales detalles... No, la imbecilidad (con perdón), no conoce límites. Y en determinadas ocasiones sale a relucir, eso sí, en los peores momentos. La crítica puede ser constructiva y destructiva. Lo que no se hace bien, se recapacita para mejorarlo. Para eso sirve la crítica. Tan mala sería la crítica destructiva como la alabanza sin criterio, que es en lo que el estado general de ilusión actual, les hace caer a todos esos ineptos, que tanto perjudican al club, y lo que es peor, sin saberlo. "Son tontos y en su casa no lo saben".

Al margen de positivistas extremos, y de optimistas y conformistas varios, los realistas, vimos como Paco caía en el error, de intentar plantear un partido que no debió jugarse, como si sí pudiera jugarse. Ese fué el primer gran error. Por otra parte, de nada sirve sacar a hombres de poca altura que tocan la bola muy bien en condiciones normales, pero que en un campo congelado son completamente inútiles, como Caballero y Hervás, y más aún sabiendo que el rival, jugando al estilo inglés, está acostumbrado a ganar. Dicho y hecho. El primer gol, una jugada a balón parado en el 44, que concedió irracionalmente Fuentes, y que Juanjo, ese que no metía una aquí, se encargó de remachar. Ahí se acabo el partido para muchos cordobesistas, que habían visto como desde el inicio, su entrenador, malinterpretaba un partido, mediante la disposición en el campo de los nuestros, más la incomprensible variante de los extremos jugando a banda cambiada, que ya auguraban un mal final. Lo que nadie se imagino, es que el castigo fuera tan excesivo, porque bien es cierto, que Numancia, lo metió todo. Quizás nos hacía falta ya una buena cura de humildad, porque despues de sacar pecho por los resultados ante los equipos de cabeza, y salir en los medios, que nuestro coeficiente de goles marcados/encajados ERA MEJOR QUE EL DEL BARÇA, la razón ha vuelto y ha dejado atrás al optimismo exhacerbado. LA realidad es que ni antes éramos tan buenos, ni ahora somos tan malos.

Si algo de positivo tiene esta dolorosa y humillante derrota, aunque solo sea para devolverle el favor de hace unos años a los numantinos, cuando amablemente y con el ascenso consumado, nos cedieron en el Arcángel unos puntos vitales que nos servirían más tarde para permanecer en la categoría. Con esto se lo devolvemos con creces. Aunque de positivo no puede tener gran cosa, salvo que no ha habido lesionados o sancionados, fundamental ultimamente para nuestros intereses.

De la misma manera que los errores se perdonan, le pedimos a los jugadores que gasten su rabia contenida ante Las Palmas. Los canariones deben pagar los platos rotos, y con eso quizás alcancemos a algún alicantino, porque la ilusión de momento está congelada.

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