22 de noviembre de 2010

Miserables

No vamos a centrar la entrada de hoy en la paupérrima actuación del equipo trás una racha aún peor, ayer ante el filial de un equipo que representa a un pueblo con apenas 50.000 habitantes. Dicho equipo, solo estaba un puesto por encima nuestro, y era el más goleado de la categoría detrás de la Ponferradina. Creo que con eso se resume de lo que no vamos a hablar en esta crítica, pues sobran las palabras, y más si Alcaraz lo considera un buen partido de los nuestros.

Nos vamos a centrar en la gota que colmó el vaso de la paciencia cordobesista, y del resultado de esta rabia contenida durante tanto tiempo. Pero vamos a analizar los puntos que creemos son fundamentales para comprender la situación y más tarde analizaremos con detalle las declaraciones de Salinas.

Debemos partir, de la historia no reciente del club para comprender, que cualquier equipo que represente a una ciudad que está entre las 14 primeras ciudades de España por habitantes, tiene como objetivo fundamental y eterno, no el ascenso a Primera División, sino cuando menos la permanencia en la misma. Equipos como Villarreal, Almería, Getafe, Gijón, Osasuna o Racing se mantienen año trás año sin apenas esfuerzo, y sin apenas afición, y puesto que el número de aficionados no es ningún parámetro evaluable, para generar ningún tipo de compromiso real con la Primera División como queda demostrado, sí puede ser medido en la capacidad de gestión, pues equipos con menos masa social que la nuestra, hacen mejores campañas deportivas, el fallo parece claro donde está, y no precisamente en la afición como intentan vender año trás año. El Córdoba desde 1972, 38 largos y penosos años, no pisa la primera división. Numerosos han sido los dueños, presidentes, directores deportivos, entrenadores y jugadores que han pasado por aquí, y la mayoría de ellos nefastos. Casi 40 años, son muchos años para acabar con la paciencia de cualquiera. Pero la afición tiene la culpa de todo y los críticos que pitan son miserables.

La historia más reciente nos dice que para cuando ha habido jugadores de la cantera que realmente han merecido la pena, aquí en Córdoba en 2ºB no tenían mucho que hacer, como Berges, Jémez, Valentín, Toni Muñoz entre otros. Nunca se ha mimado la cantera, y ahora Salinas cree que ha inventado la pólvora, y piensa que a Fuentes, Pepe Díaz y Flores entre otros los quiere el Real Madrid. En la justa medida está el secreto de todo, ni tanto ni tan calvo, actualmente la cantera no sirve, habrá en primer término que asimilar este aspecto, y en segundo, depurar responsabilidades. Risa nos dá las antiguas declaraciones de Salinas, en que nos ibamos a convertir en un club "vendedor" de jugadores. Pero la afición tiene la culpa de todo y los críticos que pitan son miserables.

El Córdoba por otra parte siempre ha sido un club sin problemas económicos, pues en estos últimos 40 años en categorías inferiores y con la masa social que maneja (impensable para un equipo que lleva casi más años en categoría no profesional que en profesional en su historia) ha tenido dinero de sobra para todo y para todos, y en especial para sus jugadores, que una vez entran en el club de la buena vida que es el CCF, se contagian de esa mediocridad, de esa desidia y se alimentan de esa ONG en que se ha convertido el Córdoba con el paso de los años. Culpables puede que haya muchos, los primeros la afición por permitir esos abusos. Muchos miran a Sandokán, pero ha sido el presidente que más ha sabido motivar a la afición, aunque las circunstancias se le hayan vuelto en su contra por los razonamientos que exponemos en que la tranquilidad en el seno del club reina, con independencia de los resultados, cual ente incontestable e inherente a la parcela deportiva. La culpa lo venimos diciendo desde hace muchos años, y desde hace 2 en este blog, es del aficionado que se contenta con que su equipo "se asiente en la categoría" y alcance unos mediocres 50 puntos, el que le dá igual que su equipo sea goleado fuera de casa, y que en casa pierda con el último jugando sin actitud alguna. El permanentismo que dicen algunos, la mediocridad, la desidia, el conformismo, la tolerancia sistemática hacia esas actitudes del sopero de turno hacia el aficionado crítico que ya no traga más. Por suerte la cosa ha cambiado radicalmente. Ahora son minoritarias las voces que defienden la "calidad humana de la plantilla", el "compromiso" y un sinfin de idioteces románticas de Oliver y Benji, creadas al efecto por los que manejan los hilos, para engañar a todo el que se pueda. Los críos son facilmente manipulables. El problema para Salinas es que LA AFICIÓN HA MADURADO. Pero la afición tiene la culpa de todo y los críticos que pitan son miserables.

En el presente, tenemos a una Granada Mecánica (suena a película pero más a militar) que manda más que Salinas, como bien dijo un accionista minoritario (los únicos que al final no son escuchados y reflejan el sentir de la afición) un empleado es el que dirige los objetivos de un club de casi 10.000 socios. Ya lo hizo el año pasado permitiendo un mes de Mayo tranquilito para los suyos para que no saltara la liebre. Ahora lo hace a primeros de temporada y abiertamente, poniendo en duda las palabras de Zubillaga y Salinas y dándole toques de atención en forma de banquillo a jugadores como Sesma que abiertamente opinaban lo contrario, es decir, que el equipo debía optar por los puestos de ascenso, como dijo el canario trás su contratación. Lucas Alcaraz no está cumpliendo objetivos institucionales, que son mejorar el puesto del año pasado, y el objetivo real que como desprende la valoración de ingresos potenciales no es otro que jugar la fase, se cumple aún menos. Pero la afición tiene la culpa de todo y los críticos que pitan son miserables.

Y es que según parece, no solo no existe comunión entre equipo y afición, sino que hay en la calle quién afirma que los jugadores, se han vuelto "Rebeldes" y directamente quieren echar a Alcaraz, y puede que sea cierto, si observamos el comportamiento de los jugadores los últimos partidos, en especial el de Santander y Alcorcón. Ellos no son nadie para tomar decisiones laborales en el club. Nos parece una actitud reprobable de ser cierta, y lo que no cuentan los jugadores, es que la afición se dá cuenta de todo, y el oscuro futuro que les perseguirá como al resto de jugadores que se han desenmascarado en el Córdoba, acabará con sus aspiraciones en lo deportivo. QUE PIENSEN MUY BIEN EN LAS CONSECUENCIAS. Pero la afición tiene la culpa de todo y los críticos que pitan son miserables.

YA ESTÁ BIEN COJONES.

Analizando todos esos argumentos, al margen de los puntos ya comentados en otras ocasiones del mal trato al aficionado una y otra vez, de las filias y fobias del entrenador, y de muchas cosas más, nos damos cuenta que los pitos no iban solo a Javi Flores, los pitos iban dedicados en primer término a quién lo pone de titular en el campo (Alcaraz), en segundo término a quién permite(Salinas y Zubillaga) al que pone a su antojo a los manifiestamente más débiles y castiga a los más técnicos y ambiciosos como Díaz de Cerio y Sesma durante el primer cuarto de temporada, y que juega a ser dirigente del club, y nos roba la ilusión Domingo trás Domingo con sus irracionales planteamientos tanto fuera como en casa. Y para todos esos iban los silbidos a Javi Flores, que es la representación de todo lo que hemos comentado. El hartazgo de la afición ante las sistemáticas tomaduras de pelo por parte de jugadores y entrenador por una parte y por otra por parte de la directiva. Como ya avanzábamos, la afición es soberana y no le iba a perdonar ni una al que este año va a ser blanco de las iras de la afición, también entre otras cuestiones por ser de los últimos jugadores que quedan junto a Arteaga que echaron a Escalante trás el ascenso.

Así pues, que sepa Salinas, que con declaraciones como las últimas que nos regala, el próximo objetivo de las críticas es directamente el entrenador y él mismo. El que avisa no es traidor.

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