4 de abril de 2011

La Asfixión

Cual delineante, el Córdoba ha calcado de manera irreversible la insufrible campaña anterior. Y es que cuando falta ambición en primer término por parte del entrenador, no salen a jugar los mejores y encima el arbitraje una vez más es nefasto, solo un milagro nos permitiría seguir en el último tren. Y la ha copiado, hasta el punto de que a falta de 10 jornadas, el Córdoba está virtualmente salvado. Hay un grupo de 5 o 6 por abajo que tienen papeletas para descender de categoría. Y por arriba el tren al que estábamos agarrados cual clavo ardiendo, nos ha terminado quemando. Y es que si no somos capaces de ganar a equipos como Huesca, Numancia, Tenerife (en nuestra casa), Ponferradina o Albacete, no podemos hacer NADA.

Y en la afición vuelve a recorrer esa infinita tristeza, de ver como el entrenador y los jugadores, se contentan con una permanencia mediocre, o lo que es lo mismo, aplicar la LME (ley del mínimo esfuerzo) un año más, pese a haber este año mimbres más que suficientes. Dichas actitudes han mermado a la afición, que ya está HARTA de ver como equipos inferiores en todos los aspectos, año tras año nos ningunean, y consiguen ascensos y objetivos mucho más ilusionantes, ya que para los nuestros en lugar de objetivos realistas, pareciera que deben realizar quimeras. Todo por la dejadez de dirigentes y afición por supuesto.

Y no nos creamos más el CUENTO DE LOS ASENTAMIENTOS. Ni el Córdoba está formado por colonos judíos en Oriente Medio, ni es ninguna tribu india norteamericana. Hemos llegado a un término, en el que cuando se oye a un "supuesto" cordobesista, hablar de que nuestro objetivo es permanecer, cincuentapuntos, mantenernos en la categoría para crecer, no nos cabe otra que mandarlo directamente a la mierda. Esos personajes sin aspiración alguna, son el clavo al que se agarran los directivos, entrenador y jugadores. Mientras haya público conformista, mientras exista desidia entre una minoría de la afición, los protagonistas se verán respaldados en las actitudes que la mayoría critica. Debemos remar todos juntos pero en el barco de la ambición. BASTA YA DE MEDIOCRIDAD. Como diría Michel, la afición del Córdoba "nos lo merecemos".

El Córdoba es nuestro particular Fukushima, y con el mayor de los respetos, y deseando lo mejor para la castigada población japonesa, nos permitimos comparar a la central con nuestro equipo. Donde la radiación por desgracia durará años en esa zona, más o menos como los fracasos de nuestro equipo que acumula toxicidad en nuestro reino desde hace 40 años. En la central una noticia mala, se presenta casi como un mal menor ante lo que puede suceder, en el Córdoba se valora una permanencia como si de una copa de la champions hablaramos, sabiendo que otros años lo que nos ha ocurrido han sido descensos de categoría y vuelta al pozo. UNA PENA.

Y ya que hablamos de lo quemada que está la afición con el equipo, hay un nuevo término que se ha acuñado para esta bendita locura que es la masa social del club. LA ASFIXIÓN, es un mezcla de asfixia y afición, en clara relación con el ahogo que año trás año le provoca el equipo a la afición del Córdoba Club de Fútbol.

Trabajadores de Tepco en Fukushima

No merece la pena hablar mucho de un partido en el que Pepe Díaz volvió a fallar jugadas solo ante el portero inpensables. Tampoco estuvieron muy finos el resto de atacantes blanquiverdes. Pero la defensa una vez más hizo aguas a las primeras de cambio. Y mientras Agus y Gaspar en el banquillo, los dos titulares indiscutibles el año pasado. ¿Porqué los periodistas no se atreven a plantarle cara a Alcaraz? ¿Porqué no le preguntan porque no juega Agus desde hace un tiempo?. El periodismo con Escalante era bastante más duro, y con él se ascendió en dos ocasiones. Quizás a Alcaraz le haga falta un poquito más de dureza para que consiga objetivos similares.

Lo que la afición desea una vez más, es que termine esta temporada de pesadilla cuanto antes.

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